Por sus características propias, su enorme complejidad y su papel
eminente dentro de la cultura y la identidad de un pueblo, las lenguas
ameritan un tratamiento específico y es la conciencia de la necesidad de
una atención particular a esta realidad la que mueve al Ministerio a la
construcción de una política focalizada hacia la protección de lenguas.
En ello se sigue el ejemplo de países latinoamericanos vecinos (México,
Guatemala, Venezuela, Paraguay, Bolivia,etc.) donde se están dando
instrumentos de cuidado de su riqueza lingüística y se siguen también
las recomendaciones de la comunidad internacional cada vez más
movilizada sobre el tema (muestra de ello son la promulgación del año
2008 como Año Internacional de las Lenguas por la Asamblea General de
las Naciones Unidas y el proyecto de la Unesco para impulsar la creación
de instrumentos normativos de protección de las lenguas minoritarias a
nivel mundial).