Si la premisa de un bailarían es que “todo es movimiento", ¿cómo descubrir si esto es así en entornos limitantes como la privación de la libertad? 'El cuerpo: espejo del mundo' es una estrategia que reconoce al cuerpo como “primera víctima de la violencia" y busca que, en medio de escenarios de reclusión, los jóvenes puedan reconciliarse consigo mismos e integrarse a la sociedad.
Los y las protagonistas de esta historia son personas que están vinculadas al Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, por haber cometido algún tipo de infracción o delito. Son personas que, para Marie France Delieuvin, coreógrafa y codirectora de El Colegio del Cuerpo, “no tienen mucho y nadie toma en cuenta". Entonces no cuidan a nada ni a nadie, porque a ellos nadie les cuida.
Y es que quizá lo más cercano al cuidado puede ser una segunda oportunidad, un voto de confianza desde las instituciones que deben crear penas restaurativas, y un acompañamiento empático que les permita a estos jóvenes redescubrirse y verse de manera distinta.
"Se esconden, desaparecen, están todos encerrados en un personaje. La cachucha, la capucha, las gafas, escondidos”, recuerda Marie France Delieuvin, coreógrafa y codirectora de El Colegio del Cuerpo. Créditos: Tragaluz Laboratorio Audiovisual.
Esta historia atraviesa la vida de más de 70 personas, las de las mujeres del Hogar La Esmeralda y las de los hombres del Centro Forjar de Rafael Uribe Uribe; pero también las de los bailarines y pedagogos del Colegio del Cuerpo, quienes llegaron a estos hogares, en los que algunas personas están privadas de la libertad y otras van ocasionalmente hasta cumplir sus sanciones, para educar desde la danza y el movimiento.
Estos hombres y mujeres, que bailan casi que todos los días de su vida, fueron a “trabajar con el ser humano, con el alma, con el espíritu de esa persona que es inmenso", como comentó Johan Gutiérrez, bailarín de la compañía Cuerpo de Indias en Cartagena.
Según relatan Camila y Mauricio, otros de los bailarines de esa agrupación, su llegada al Centro Forjar y al Hogar femenino La Esmeralda, en Bogotá, no fue bien percibida, y no porque hubiese sido violenta. Más bien estuvo rodeada de pasividad, de una especie de bloqueo generado por cuerpos que no se mueven, y que han encontrado, en muchas capas, lugares donde esconderse. Ese fue el escenario: enseñarles que todo es movimiento en medio del escepticismo.
“Se esconden, desaparecen, están todos encerrados en un personaje. La cachucha, la capucha, las gafas, escondidos. Al quitar estas capas, físicamente les vimos cada día un poco más hasta poder comunicar, y eso, bueno, es un logro, un placer. Son fantásticos", recuerda Marie France.
‘El cuerpo: espejo del mundo’ sirvió para enseñar, desde el arte, sobre el respeto a sí mismos y las diferentes maneras para despertar la conciencia. Créditos: Tragaluz Laboratorio Audiovisual.
Y es que, sin saberlo, estos jóvenes estaban siendo retados a vivir los Olímpicos de su vida. Una competencia en la que, desde el trabajo en equipo, podrían romper barreras y superar sus miedos. De acuerdo con Álvaro Restrepo, director del Colegio del Cuerpo, “en los hombres siento que hay más una sensación como de coraza y ellos, poco a poco, se van como relajando; y en las mujeres, un poco más quitarse la vergüenza. Es muy bonito ver cómo la persona va como conectando con su cuerpo y, así no hayan bailado, todos hemos habitado el cuerpo. Es eso, como poco a poco van cogiendo conciencia desde su experiencia, desde sus posibilidades".
'El cuerpo: espejo del mundo' sirvió para enseñar, desde el arte, sobre el respeto a sí mismos y las diferentes maneras para despertar la conciencia. Lo hicieron a partir de un texto de un escritor nigeriano, Ben Okri, el autor del Camino hambriento, un texto que habla sobre las preguntas eternas de la vida: la muerte, el amor, los anhelos insatisfechos, las injusticias consagradas del mundo. Temas que lograron conectar de manera profunda con las realidades de cada uno de los jóvenes.
Los y las pedagogas fueron a trabajar con el "ser humano". Fueron sin prejuicios ni predisposiciones, a enseñarles sobre los beneficios de la danza para la vida. Créditos: Tragaluz Laboratorio Audiovisual.