• ​​​María Tila Uribe, una bogotana nacida en los años treinta, y quien escuchó conversaciones en su familia sobre la violencia contra las mujeres, aún sueña con un cambio para que “entre la luz en nuestra sociedad”.

Bogotá, 22 de noviembre de 2023 (@mincultura). A sus 92 años, María Tila conserva aún mucha energía y eso que ha luchado sin fatiga por la igualdad, los derechos de las mujeres y una sociedad con mayores oportunidades.

Después de tantos años de trabajo, aún no pierde el interés por ver un cambio positivo en la vida de los colombianos. Y ese interés de trabajar por una sociedad mejor, no apareció de un momento a otro, si no que, como dice, “nací con eso”.

Su compromiso le permitió trabajar por la lucha contra la ignorancia y la exclusión con HelpAge de América Latina y el Caribe, el Instituto de Paz de Washington y otras organizaciones de derechos humanos, y lograr la elaboración y edición de 18 Cartillas de Alfabetización de Adultos y Guías para maestros populares, entre otras acciones.

Cuando era niña recibió, de sus padres, una educación sobre los valores solidarios, lo que la impulsó a un proceso de indagación e investigación sobre la injusticia y la desigualdad hacia las mujeres y la población más vulnerable. Y, poco a poco, fueron la bandera de sus batallas.

Cuando María Tila habla sobre sus luchas no sabe por dónde empezar, pero habla de principios: el amor, “amor al país, amor a mi gente”. A lo largo de su vida, recorrió un extenso camino en el que, a través del servicio y de la escritura, defiende sus ideales y narra su historia.

"En los libros que he escrito se puede leer -dice ella-, la historia de una mujer, una colombiana común y corriente”. En ellos plasma lo que ha vivido, lo que ha presenciado, los sufrimientos de los demás y las desigualdades sociales. Y aclara que son eminentemente políticos, pero no desde una perspectiva partidista o filosófica.

En la década de los años 30, el ingreso de las mujeres a la universidad era limitado. Según la tradición de la época, solían casarse y tener hijos a una edad temprana. Pero, María Tila, a pesar de casarse a los 18 años y tener cuatro hijos, no dejó de tener un pensamiento revolucionario. Y se atrevió a decir y hacer, a actuar de acuerdo con cómo quería que las cosas fueran mejor.

“Me tocó formarme sola: a leer, a escuchar, pero sobre todo a luchar”, afirma. Sin embargo, piensa que un mundo libre y equitativo para las mujeres aún es una utopía.​

“Han sido generaciones luchando, trabajando, sufridas, muertas, perseguidas, el proceso es bastante largo”, dice. Y reconoce que las cosas han cambiado, que el mundo va para adelante, y aunque a veces siente que hay retrocesos, “la sociedad de hoy, como se está mirando la mujer, a la que yo conocí, son dos cosas completamente diferentes”.

Con el cansancio propio de la edad, pero comprometida con seguir contando su historia, y con su mirada esperanzadora, Maria Tila confía en este momento político del país, que las personas puedan salir adelante y cumplir metas. “Yo creo que la gente quiere, desea, anhela cambiar, que haya cambios en la vida y este es un momento para aprovechar”, asegura.

Recuerda que cuando era niña, solía escuchar a su mamá contando la historia de una amiga a la que su esposo había encerrado en un manicomio sin estar loca, amparado en el uxoricidio, que legalmente terminó en 1985. Aunque hoy en día pocos lo mencionan, en esa época un hombre podía justificar legalmente el homicidio o la lesión de su compañera si la descubría en un acto de adulterio.

María Tila lo describe: “era un delito que constituía un total y auténtico privilegio al hombre”.

“Aquella mujer, después sí se volvió loca, en la sociedad se comentaba eso siendo yo chica y esas cosas no se olvidan nunca” … termina de contar tras un largo suspiro.

RECUADRO​

Sus libros​​

• Los años escondidos - sueños y rebeldías en la década de los años Veinte. Primera edición Cerec, 1995; Segunda edición, Editorial Antropos, 2007; Tercera Edición, 2010 y Cuarta edición, 2015, Opciones gráficas.​

• Huellas del Tiempo, dignidad y autonomía. Orión Editores, 2014.

• Les regalamos el minuto que falta: Masacre de las bananeras. Punto de encuentro editorial, 2019.

• Compartidos con personas mayores víctimas: “Ojalá nos alcance la vida”, Centro Nacional de Memoria Histórica, 2017.

• Con mujeres en el exilio: ‘You Can’t drrown the fire, Latin American Women’. Alicia Paternoy, Washington y Londres, 1989.