Al calor de un agua de panela con pan y queso, cerca de 25 mujeres y hombres contaron sus vivencias. Este encuentro alrededor de los alimentos fue significativo para destacar la importancia de las ollas comunitarias lideradas por mamás que fortalecieron la colaboración y el cuidado con la preparación de platos de sancocho, fríjoles, paneladas y arepas.
Esta forma de preparar platos en el 'Monumento a la Resistencia' durante el estallido social también atestigua zozobra, dolor y represión. Todos estos relatos y prácticas hacen parte del origen de este monumento que ha sido un lugar de encuentro cultural y social al suroccidente de Cali.
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Este fin de semana también se realizó un taller con el relato de las huertas y jardines comunitarios que nacieron ante la preocupación por la soberanía alimentaria en la 'Sucursal del Cielo', desde antes de la pandemia por Covid-19 y durante el estallido social.
Fue un espacio de reunión, intercambio de saberes y semillas, así como de solidaridad entre los habitantes de los barrios y las personas que, a través de la siembra, han buscado crear, fortalecer y mantener tejido comunitario, incluso con la naturaleza. Esta acción contribuye a fortalecer la apropiación, el respeto y el cuidado ambiental, buscando reflexionar acerca de nuestra relación con el mundo.
Por eso, se continuarán realizando talleres y encuentros con la comunidad para revisar todos los relatos y prácticas que le dan un significado al puño del 'Monumento a la Resistencia'. Todas estas acciones se dan en el marco del acompañamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, en la construcción del expediente para declarar el 'Monumento a la Resistencia' como Bien de Interés Cultural.
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