El objetivo de este programa es ofrecer a la población carcelaria de Colombia la oportunidad de encontrar en la literatura una herramienta para reconstruirse de manera creativa. Dar a conocer la dimensión y la importancia de la literatura dentro del contexto de todas las artes y hacer posible que los internos e internas escriban y encuentren en la escritura una herramienta para pensarse, confrontarse y rehabilitarse.
En los espacios carcelarios circulan a través de la oralidad muchas historias reales y de ficción, anécdotas que muestran los conflictos de unos personajes inmersos en aventuras fantásticas, urbanas, policíacas, de violencia; ya sea de los actores armados como guerrilla, paramilitares, narcotraficantes, delincuencia común, o esa otra violencia difusa que nunca llega a los medios de comunicación y queda oculta en la penumbra de la cotidianidad.
Relatos transgresores que sin pretender convertirse en apologías al delito, superan a menudo su dimensión ética y moral para explorar la condición humana de la culpa y el deseo, la conciencia y la voluntad de individuos que ante todo, pertenecen a una sociedad y son espejos de ella.
Sin embargo, existe un común denominador en muchas de las historias orales que circulan en los espacios penitenciarios y es la incapacidad de sus autores o portadores para convertirlos en relatos literarios, ya sean crónicas, cuentos, novelas, obras dramáticas e incluso ensayos. Como afirma el escritor vallecaucano Harold Kremer: “No basta tener una buena historia para escribir un buen cuento o un buen relato. La oralidad, quizás por su inmediatez, la carencia de referentes culturales y la falta de reflexión, no permite que muchas de ellas logren alcanzar la efectividad de un relato escrito.”
En este contexto, el taller de escrituras creativas de Relata pretende ser una invitación para explorar a través de las voces propias y auténticas de sus autores, estas experiencias de vida y aprender desde las técnicas narrativas a comunicar mundos posibles. La dialéctica de los talleres Relata se fundamenta en las premisas de leer, compartir, interiorizar e intercambiar, escribir y criticar. Su espacio natural son las bibliotecas, lugar de encuentro privilegiado para la imaginación, la lectura y la escritura.
Talleres Libertad Bajo Palabra 2019.pdf
Lectureando con… Libertad bajo palabra: el efecto liberador de la literatura
Nota publicada en la página 'Lecturiando', del Observatorio de la Lectura y el Libro del Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España.
Más de 3.700 reclusos y reclusas han participado en este proyecto que arrancó en Colombia hace once años y que les ha permitido liberarse y reconstruirse de una manera constructiva, a través de la escritura y a la lectura. El resultado final es la publicación de Fugas de tinta, una antología que recoge los mejores trabajos realizados por estos escritores que tienen mucho que contar, aunque lo realmente importante es el proceso, los talleres en los que participan, donde además de guiarles y ayudarles a sacar todo lo que tienen dentro, les acercan a la lectura.
Decía la autora francesa Marguerite Duras que “escribir es aullar sin ruido”. Sin embargo, ese aullido puede convertirse en algo muy sonoro cuando alguien quiere oír lo que hay detrás de esa historia y lo que el escritor quiere contar. Escuchar ese grito mudo y liberador, hacer que se oiga, ayudar a dar voz y forma a unas narraciones que tienen la particularidad de estar escritas por reclusos, es precisamente lo que el proyecto Libertad bajo palabra viene haciendo en Colombia desde el año 2007.
Este programa, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura de Colombia y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (INPEC), utiliza la lectura como elemento vertebrador para ayudar a aquellas personas privadas de libertad que quieren escribir sus experiencias. Relatos que en muchas ocasiones son reflejo de unas vidas muy duras, en los que se hace patente la marginalidad y la violencia. Historias que, como explican los organizadores del proyecto, son un complejo mapa de lo que es nuestra sociedad y la condición humana, y que anualmente salen a luz con la publicación de una antología que se puede descargar gratuitamente en Internet y que, bajo el poético y certero título de Fugas de tinta, recoge los mejores relatos que han escrito los reclusos. Porque en las cárceles la escritura se despoja de todo lo accesorio, para muchos reclusos escribir es una necesidad, una vía para tratar de comprenderse, de salvarse, de liberarse de alguna manera. Y para escribir mejor, la lectura es una herramienta fundamental, así que muchos de los participantes en esta iniciativa han comenzado a leer a partir de su deseo de ponerse a escribir sobre aquello que les pasa o que les ha pasado.
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José Zuleta
Asesor del Programa
Tel. (1) 3424100 Ext. 1548
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