El programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz, enmarcado en el Plan Nacional de Música para la Convivencia, fue creado para promover la educación integral en niñas, niños, adolescentes y jóvenes en todo el territorio nacional a través de acciones que promuevan una cultura de paz. Estas acciones están encaminadas principalmente a incentivar y fortalecer prácticas, expresiones y pensamientos artísticos y culturales en su diversidad.
Para lograr la meta de este año, que es llevar el Programa a más de 300 mil beneficiarios de toda Colombia, es necesario aunar esfuerzos institucionales, administrativos, técnicos, financieros y pedagógicos con distintas universidades que sirvan de operadores en las regiones.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes anuncia la primera de estas alianzas, con la Universidad del Cauca. “Esta es una noticia muy poderosa porque nos permite comenzar este año con el programa Sonidos para la Construcción de Paz en los colegios. Es una ilusión de este Gobierno que los artistas formadores, las agrupaciones musicales, los niños, las niñas y los jóvenes empiecen a trabajar juntos. Esperamos poder acelerar mucho más los convenios con otras universidades para que estos artistas formadores lleguen a más regiones cuanto antes”, dice el ministro Juan David Correa.
La Universidad del Cauca deberá administrar recursos por más de 17.700 millones de pesos para llevar el Programa a 227 establecimientos educativos de 87 municipios de Huila, Cauca y Nariño.
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El maestro Jorge Ignacio Zorro, viceministro de las Artes y la Economía Cultural, celebra el acuerdo: “A través de este convenio atenderemos una población de 45.400 niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Pronto anunciaremos los diferentes convenios que estamos realizando con otras seis universidades para cubrir el resto del país y atender las metas trazadas para el 2024, que incluyen 300 mil niños, niñas, adolescentes y jóvenes con una cobertura de 34 departamentos y una inversión total de 360.000 millones de pesos”.
De acuerdo con Gabriel Arjona, gerente del Programa, “la Universidad del Cauca tiene un compromiso con la pertinencia cultural de los procesos formativos que estén en diálogo con los territorios y con las necesidades que tiene Colombia, especialmente en zonas excluidas. Adicionalmente, cuenta con la acreditación institucional de Alta Calidad otorgada por el Ministerio de Educación”.
Por lo anterior, y por la diversidad de conocimientos que tiene acerca de los saberes y culturas propias del entorno, por sus principios socio humanísticos y por su capacidad de gestión pedagógica, financiera y administrativa, fue seleccionada para el acuerdo de implementación del Programa.
A través de este convenio, el programa atenderá una población de 45.400 niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
César Mosquera Dorado, vicerrector de la Universidad del Cauca, dice que “es motivo de orgullo poder aliarnos y sacar adelante el Programa Sonidos para la Construcción de Paz. El hecho de que el programa les llegue a las comunidades en los territorios y podamos, a través de la formación musical, hacer un reconocimiento a las músicas tradicionales y, en muchos casos, rescatar los procesos sonoros que se pueden estar perdiendo, en parte por el conflicto armado, nos motiva muchísimo porque consideramos que es una manera para reconstruir el tejido social. La paz sin el arte, la cultura y los saberes tradicionales es imposible”.
El objetivo del programa presidencial en este 2024 es llegar a 1.590 establecimientos educativos de todo el país y vincular a 3.180 artistas, sabedoras y sabedores que integren el equipo de formadores en música y artes. También busca fortalecer en los territorios la circulación de iniciativas musicales y artísticas de las comunidades, especialmente de las zonas más afectadas por el conflicto armado (ZOMAC) y las cobijadas por el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
La prueba piloto del Programa, que se realizó en el segundo semestre de 2023 y que benefició a 27.720 personas de 124 municipios de 20 departamentos, demostró que el reconocimiento y fortalecimiento de expresiones musicales y artísticas tradicionales, y el fomento de otras nuevas, permiten entablar un diálogo cultural dentro y fuera de las regiones, que afianzan la identidad de los pueblos y nos permite reconocernos como un país diverso. ¡De esta manera estamos gestando una cultura de paz!
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