La Política pretende orientar las prácticas relacionadas con el patrimonio cultural mueble que a corto, mediano y largo plazo conducirán a su protección y apropiación social.
La Política para la Protección del Patrimonio Cultural Mueble concibe la protección como un conjunto de acciones que realizan los grupos profesionales, sociales y comerciales involucrados en el desarrollo de prácticas asociadas a esta modalidad de patrimonio, osea que, documentan, investigan, conservan y restauran bienes patrimoniales muebles, o que imparten formación sobre el mismo, o se forman y abren espacios para la apropiación social —o bien ellos mismos se apropian— del PCMU. Además están las instituciones que fomentan el desarrollo de las prácticas, o las realizan, y que en muchas ocasiones agrupan a los agentes y formulan e implementan las políticas, entre otras acciones.
A partir de esta mirada, la Política busca favorecer a los grupos e instituciones que trabajan con el PCMU. Así, resulta evidente que esta presta especial atención a las relaciones que dinamizan el patrimonio mueble de manera integral, pues el patrimonio cultural mueble se fundamenta en las relaciones entre los agentes, sus saberes y prácticas, las determinaciones de las diversas instancias de la Administración Pública y la ejecución de las acciones transversales a las prácticas que todos deben realizar.
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